PARASHAT KEDOSHIM: 2024

Los integrantes del Pueblo Judío vivimos nuestros días años y meses, acompañados y acompañando dos calendarios. El Gregoriano,  y el calendario hebreo, nuestro LUAJ.

Mientras estamos ya en el siglo XXI atravesando hace 7 meses, una pesadilla de la que nos resulta complicado salir, en estas ultimas semanas , y en una suerte de carrera de postas vertiginosa, nuestro Luaj nos trasladó desde el Éxodo de Egipto (1300 AEC)- que dejó una marca imborrable en la memoria nacional del pueblo judío, y es el símbolo de la libertad y la redención hasta los horrores y los maravillosos logros del Siglo XX,

Así es que estos días estamos atravesando,  en un vuelo  a través  del tiempo,  sobre siglos de grandeza, destrucción y  persecuciones, para  aterrizar”nos”, en lo que el gran pensador contemporáneo Avraham Infeld, denomina:   9 DAYS OF — WE, 9 días de «NOSOTROS».

 Son los nueve días que empiezan con  Yom Ha-Shoah Vehagbura, continúan  con Yom Ha-Zikaron -y terminan con Yom Ha-Atzmaut.

Las comunidades judías dentro y fuera de Israel, y los judíos en forma individual y familiar vivimos estos días como  un proceso continuo.

Yom Ha-Shoah Vehagbura y la marca del día a nivel nacional es en sí mismo una declaración fuerte y profunda.

Recordaremos a los seis millones que fueron asesinados y masacrados por los nazis hace 80 años, y este año, 30 semanas después de la masacre de Hamás, este día ha tenido un significado muy especial.

El mundo promete cada año «nunca más» pero cuando sucedió el 7 de octubre el mundo mayoritariamente, guardó silencio.

No olvidaremos ni perdonaremos, y ya sabemos de sobra que no tenemos a nadie en quien confiar , sólo nos tenemos a nosotros mismos, judíos en Israel y alrededor del mundo para sostenernos, abrazarnos, alzar nuestras voces y seguir luchando con dignidad, por los valores inscriptos en nuestro legado, en nuestras memorias y en nuestra historia.

La Shoa, no sucedió en Israel, pero es en Israel, como único Estado Judío, que la población toda en conjunto , de cualquier creencia y procedencia, permanece en el mismo momento durante dos minutos en atención silenciosa mientras se escucha la sirena.

Una semana después llega un día que lejos de ser sólo  un evento israelí, está marcado con Actos y conmemoraciones por las comunidades judías de todo el mundo:  Yom Ha-Zikaron, el Día de los Caídos, en homenaje, memoria y eterna recordación a quienes dieron su vida en defensa del  Estado  Judío, los que cayeron en las guerras de Israel y quienes fueron asesinados y víctimas del terror. Dos sirenas marcan el inicio y la finalización de ese día de Duelo Nacional.

Pero cuando el sol se pone, estallaba hasta hace un año en cada rincón de Medinat  Israel la celebración de Yom Ha-Atzmaut.  La transición de un día triste y desgarrador al festejo es un símbolo y una declaración de la resistencia de nuestro Pueblo a lo largo de la historia.

Estos 3 días no deben separarse unos de otros, son un evento judío continuo. Comprenderlo es crucial tanto para los israelíes como para quienes estamos dispersos en el mundo.

Al mirar hacia atrás con perspectiva histórica, recordamos el sueño de los padres fundadores de Medinat Israel y lo convertimos en el desafío de nuestro tiempo: Una nación democrática, que brinde igualdad de oportunidades a cada uno de sus ciudadanos y sea el bastión para ayudar a asegurar un futuro judío largo y significativo, mientras colabora  a mejorar el mundo.

Me pregunto, cómo sera ese pasaje en este Yom Haatzmaut con 132 ciudadanos de Medinat Israel secuestrados por el terrorismo y la barbarie de Hamas, y miles de soldados combatiendo en la defensa de nuestro único Estado .

La lectura de Parashat Kedoshim en este Shabat, nos interpela a reflexionar sobre la santidad en nuestras acciones y relaciones con los demás, y a revisar cómo cada individuo puede contribuir a un mundo más justo y compasivo.

En el contexto actual, donde enfrentamos la trágica situación de los secuestrados en poder de Hamas, el creciente antisemitismo en el mundo, y nos apoyamos en la capacidad de resistir histórica de nuestro pueblo, podemos encontrar en esta porción de la Torá un llamado a la acción y la solidaridad.

La situación de los secuestrados es un recordatorio doloroso de la vulnerabilidad y los desafíos que enfrenta la comunidad judía. La reciente confirmación de la muerte de uno de los argentinos secuestrados por Hamas en Gaza y la continua incertidumbre sobre el destino de los demás secuestrados nos mueve a buscar maneras de apoyar a las familias afectadas y trabajar por su liberación.

Dolió escuchar el 2 de mayo a Sandra, la prima de Shiri Bibas, decir ante dos comisiones de la cámara de diputados de nuestro país, que no encontró palabras de apoyo, acompañamiento, abrazo o consuelo, ni en las personas, ni en las organizaciones de la sociedad civil argentina, que padecen aún la desaparición de sus hijos, hermanos, parientes y amigos, desapariciones que comenzaron en 1975 cuando teníamos un gobierno democráticamente elegido y recrudecieron violentamente durante la dictadura militar.

El aumento del antisemitismo, exacerbado por los ataques de Hamas y la respuesta de Israel, es un reflejo de las tensiones y divisiones en nuestra comunidad y en nuestra sociedad. Es crucial que, mas allá de nuestros posicionamientos politicos, condenemos todas las formas de odio y trabajemos juntos para erradicar el antisemitismo y promover la tolerancia y el entendimiento.

La resiliencia del pueblo judío, demostrada a lo largo de la historia frente a la adversidad, nos debería inspirar a todos. Desde la esclavitud en Egipto hasta los desafíos del presente, la capacidad de superar las dificultades y transformar el dolor en propósito es un testimonio de la fortaleza y la determinación judía.

En este Shabat, reflexionemos sobre cómo podemos aplicar las enseñanzas de Kedoshim para abogar por aquellos que sufren injusticias, luchar contra el odio y la discriminación, y fortalecer nuestra resiliencia colectiva. Que nuestras acciones reflejen los valores de justicia y compasión que son fundamentales para la santidad en la vida.

Este año mientras mire por redes y en directo la transmisión del  Acto oficial de inicio del Día de Conmemoración del 76 Aniversario de la Declaración de la Independencia del Estado de Israel, con el encendido de cada antorcha modificare internamente y con mucho orgullo la consabida formula  «Para la gloria del Estado de Israel», por esta otra: Para la Gloria del Estado y el Pueblo de Israel, QUE VUELVAN TODOS, AM ISRAEL JAI.

Que en estos días podamos fortalecernos en nuestra Identidad, sentimiento de Pertenencia y deseo de Continuidad, y todos clamemos por el regreso de todos los secuestrados para que nuestros corazones vuelvan a estar completos.

SHABAT SHALOM UMEBORAJ