Oifn Pripechok “Sobre las brasas del hogar”, Guedenkshe Taiere, «recuerden queridos»

Oifn Pripechok  “sobre las brasas del hogar” 

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Mi zeide me enseñó esta canción y yo se la cantaba a mis hijos y luego a mis nietos. Mi zeide decía fuerte “guedenkshe taiere”, recuerden queridos,  dejaba de cantar y se quedaba en silencio, mirando al vacío.

A mediados de noviembre del año 2005 participé por primera vez del encuentro de la ITF, (The Task Force for International Cooperation on Holocaust Education, Remembrance, and Research), re – nombrada en diciembre de 2012  como  IHRA, International Holocaust Remembrance Alliance. Este encuentro se desarrolló en Cracovia y comenzaba con una visita al Campo de exterminio de Auschwitz.

Semanas antes de viajar al Plenario, sentí la urgencia de saber más acerca de los miembros de mi familia que no salieron de Polonia en la década del 20 como lo hicieron mis abuelos. Necesitaba conocer los nombres de mis familiares que fueron asesinados, torturados, masacrados, cremados, gaseados…

Encontré en las bases de datos de la judería polaca, registros de nacimiento, casamientos y fallecimientos. Descubrí que mi abuelo había tenido muchos más hermanos y hermanas de los que yo conocí, personalmente o por sus fotos;  que cada uno de ellos formó familia y vivían en Polonia, en las cercanías de Krakov, Cracovia

Busqué en el sitio  de Yad Vashem “dapei edut”, hojas de testimonios, y encontré que cada nombre fue inscripto en Yad Vashem durante el viaje que mis abuelos emprendieron a Europa e Israel, allí por los años 1955 y 1956.

Con una comprensión renovada de que ese largo viaje de mis abuelos no fue sólo ni esencialmente un viaje turístico, y con cada nombre escrito en un papel, viaje a Cracovia y el 14 de noviembre entre con todo el grupo de la ITF a Auschwitz….

Al llegar al campo nos dividieron en tres grupos… Qué ironía pensé en el momento.  Nos dividieron en tres grupos, pero esta vez esa división respondía a criterios netamente organizativos. Los que nunca habíamos estado, los que ya habían estado alguna vez y de todas maneras querían profundizar en su conocimiento del lugar y quienes ya habían estado y querían ver sólo documentación.

Recorrimos el campo, las barracas, los espacios museológicos que se armaron en ellas.

Varias veces nos cruzamos con grupos de alumnos de escuelas Israelíes envueltos en la bandera de Israel, que con sus docentes estaban haciendo un recorrido especial, su Marcha por la Vida, su Mitzad Hajaim.

Debo reconocer que en más de una oportunidad me aparte de mi grupo para acercarme a ellos, para compartir con ellos. El guía me pedía que no me atrase,  y seguíamos escuchando sus explicaciones recorriendo los espacios y viendo…

Elementos de la vida cotidiana. Montañas de valijas, con nombres y apellidos escritos en polaco y en Idish,  y trate de leer y encontrar…

Pilas de zapatos de chicos y chicas, ollas, ropa, anteojos, lentes…

Cabellos, pelo, montañas de pelo…, y tejidos hechos con pelo…

Tashmishei Kdusha, Talitot- Mantos de Oración – , Sidurim – libros de oraciones diarias-, Tefilin – Filacterias-, la misma edición de los Jamishei Jumshei Torá, el Pentateuco,  que mi zeide trajo a la Argentina desde Polonia, y que me legó al terminar yo el Secundario y más…, mucho más.

En ese punto ya no podía escuchar al guía. Uno de los asistentes al encuentro, que estaba en el mismo grupo, el representante de Croacia, me miró y me dijo: put yourself together, we have a long way. Sentí vergüenza, me aparté del grupo y me quedé parada en un rincón alejado del resto, sólo intentando reponerme.

Pasaron segundos, y como de la nada apareció una adolescente, que se acercó y con ternura, me pregunto en inglés: Madame, do you feel sick?.

A pesar de lo aturdida y conmovida que estaba, percibí que era una tzavarit (nativa de Israel), y algo atiné a contestarle en ivrit, hebreo, … no puedo recordar qué, sólo registro su cálido y fuerte abrazo y su casi susurro diciéndome…gam ani tzrija livkot, yo también necesito llorar.

El 27 de enero de 1945 fue la fecha en que el ejército ruso liberó Auschwitz – Birkenau el mayor campo de exterminio nazi. Los aliados ya sabían lo que estaba sucediendo, pero sólo cuando derrotaron a Alemania el horror total fue  expuesto, a pesar de los desesperados esfuerzos de los nazis en retirada para destruir pruebas.

El Día de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto tiene lugar el 27 de enero de cada año. El tema elegido para este día en 2018 es: “La educación y la memoria del Holocausto, nuestra responsabilidad compartida”.

Es un tiempo para detenernos a recordar a los millones de personas que han sido asesinadas o cuyas vidas han cambiado inexorablemente. Es un día para honrar a los sobrevivientes, aprender de las lecciones del pasado y reconocer que si nos mantenemos indiferentes, estos aberrantes hechos pueden volver a repetirse, ya que el genocidio no se desata con una chispa como lo hace  un incendio, es un proceso que comienza si la discriminación, el racismo y el odio no son controlados e impedidos.

La Shoa fue hace más de  setenta años, pero los interrogantes  que plantea tienen plena  vigencia en nuestras vidas, hoy.

La política internacional sostiene a  menudo que lo que sucede dentro de las fronteras de otra nación no es algo en lo que debemos interferir y que la comunidad internacional sólo tiene el deber de actuar cuando un país invade a otro.

Error! Las fronteras no son ni deben ser más sagradas que la vida humana. Hace ya más de ochenta años pensábamos, aunque erróneamente, que el vientre de la bestia nunca sería fructífero.

Ignorar las masacres que están sucediendo en todo el planeta, es una inhumanidad que no debemos permitir ni permitirnos. Estamos en crisis, busquemos extinguir por todos los medios las llamas de odio que arden por doquier,   tratemos de tranquilizarnos para redescubrir la chispa de la humanidad que existe en todos nosotros.

Se han desarrollado  programas de alta calidad para formar maestros, educadores y trabajadores sociales. No podemos vacilar ni oscilar cuando vivimos en democracia para aprovechar la oportunidad de educar.  La prevención es la mejor protección y las jóvenes generaciones  son el símbolo de la esperanza, los ciudadanos del mañana que, a su vez, tendrán la responsabilidad de impedir y anticipar  cualquier hecho o conducta que pueda arrastrar al mismo ciclo de odio y violencia antesala de la barbarie. Tenemos el deber de la transmisión, de la memoria comprometida  y vigilante para asegurar de que nunca habrá en ninguna parte del mundo otro Auschwitz. No olvidemos el pasado.  La educación es la herramienta contra la ignorancia y el oscurantismo. En  un mundo en ebullición,  todos somos responsables y estamos interpelados a desplegar acciones educativas, que  contribuyan a la vida en un planeta donde  la paz y el respeto a la dignidad humana residan.

Guedenkshe taiere… cantaba mi zeide. Mientras estaba en Cracovia, comprendí cabalmente su silencio, su mirada al vacío, ese llanto ahogado  durante años.

Si! Recordemos y Construyamos Memoria. Es nuestro compromiso, nuestro deber y nuestra responsabilidad respecto del futuro.

Como  nos propone Primo Levi al comienzo de su libro “Si esto es un hombre” recordemos  que el infierno ha existido en la Tierra. No olvidemos que el infierno todavía existe en la Tierra.

Falta de autoridad y violencia-responsabilidad colectiva e individual

Hay unos principios básicos expresados por el Prof. Joseph Schwab, en los que creo y que voy a sintetizar así:

Dondequiera que se presume que nos hallamos ante un proceso educativo, siempre hay    alguien que enseña,       alguien a quien se enseña y que se espera, está aprendiendo,      alguna materia que el maestro transmite a los educandos y a través de la cual espera provocar algún cambio sustantivo en el alumno, un entorno en el que este maestro y sus aprendices se encuentran, que propicia y autoriza el uso y la importancia de la materia.

Cuando decimos que la educación tiene éxito estamos diciendo, por lo menos, que existe una relación saludable y armoniosa entre estos cuatro elementos de la educación. Entonces, el fracaso consiste en lo contrario. La violencia en la escuela y la desautorización del maestro, son síntomas de fracaso educativo.

Estamos viviendo tiempos alterados e inmersos en una  sociedad que tolera cosas intolerables.

 

El deterioro de la convivencia que se vive en las aulas es la expresión mas clara  que algo no anda bien en nuestra sociedad y se traslada automáticamente a un ámbito tan importante como es la escuela, que lejos de ser el marco en el que preparamos para la vida, constituye el espacio en el que se desarrolla cotidianamente una buena parte de la vida de los educandos. 

La violencia que irrumpe de muchas maneras diferentes es reflejo de la agresividad que se respira en la sociedad y de la delegación en la escuela de lo que siempre ha sido indelegable de la familia la formación en valores y convicciones.

Vivimos confundidos y confundiendo: Confundimos autoridad con autoritarismo y no hacemos lo suficiente para que en el ámbito educativo, en el hogar, en la calle se logre distinguir entre estos dos conceptos y actuar en consecuencia, restituyéndole a la norma el valor que tiene que tener.

Se ha desvirtuado el concepto de autoridad.  La escuela como institución es un centro de aprendizaje, en el que los vínculos entre docentes y alumnos no son simétricos.  En la escuela el profesor está para enseñar  y para formar,  y el alumno para aprender.

 La particular manera en que nuestra sociedad encara, en los últimos tiempos,  la resolución de sus conflictos más importantes, incluye una cuota excesiva de violencia casi incontrolable.   El diálogo y la legalidad no son los modelos que priman en la actualidad. Laviolencia aparece muy a menudo como modelo para resolver la diferencia de intereses. Esa misma violencia es expuesta a menudo  de la manera mas obscena posible por los medios de comunicación y  se presenta como el sustrato cotidiano sobre el que construyen la subjetividad niños y jóvenes.

Todos esto es el resultado de un proceso de larga data, quizás con alertas y llamadas de atención que no fueron significadas en su debido momento, por la familia, por las instituciones por cada uno de nosotros.

Y muchos de nosotros hemos perdido de vista los límites entre lo bueno y lo malo.

Dice el salmista.

1 Dios,  ¿quién habitará en tu tabernáculo?   ¿Quién morará en tu monte santo?
2 El que anda en integridad y hace justicia,  
 Y habla verdad en su corazón.
3 El que no calumnia con su lengua,
 Ni hace mal a su prójimo,
 Ni admite reproche alguno contra su vecino.
4 Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado,  pero honra a los que temen a Dios.
 El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia;
5 Quien su dinero no dio a usura,
 Ni contra el inocente admitió cohecho.  El que hace estas cosas, no resbalará jamás.

 Somos lo que es el deseo que nos impulsa. Aquello que deseamos ser modela nuestra voluntad. Nuestra voluntad se refleja en nuestros actos.

…y nuestros actos,  para los creyentes, como bien lo expresara el Rey David, modelan nuestro destino.  

 No nos olvidemos que aunque no nos parezca, ellos, nuestros alumnos, nuestro hijos, nuestros nietos, nos miran a nosotros para encontrar un espejo en el que verse reflejados.