VAYAKHEL Y PEKUDEI 5783. DE INTENCIONES, ACCIONES, CONVOCATORIAS Y COMPROMISO

La lectura de la Tora para este Shabat combina las dos últimas porciones del libro de Shmot (Exodo) , Vayakhel y Pekudei.

Ambas se encuentran entre las, aparentemente, más tediosas de toda la Torá. Incluyen instrucciones detalladas (¡muy detalladas!) sobre cómo construir el Tabernáculo, quién lo diseñará y edificará, qué materiales se utilizarán, cómo se verá cada pieza y cómo encajarán las partes diferentes entre sí.

En Vayakhel, hay un énfasis definido en la intención detrás de la acción. El relato de la Torá sobre la construcción de Mishkán, las donaciones de materiales preciosos, tiempo y talento está abundantemente “regado” de 14 construcciones gramaticales que contienen la palabra LEV – corazón. Es que ciertamente nuestro corazón conoce las verdaderas intenciones que esconden nuestras acciones.

Todas nuestras acciones están precedidas por cierto grado de intención, ya sea consciente o no.

A veces la intención se traduce en acción y otras, no.

Hay una clara motivación en el texto de dejar muy poco librado al azar.

Lo que no se indica directamente, sin embargo, es cuál y cuánta deberá ser la dedicación de la gente al proyecto y su voluntad de dedicarle recursos personales. De hecho, el entusiasmo por contribuir a esta gesta es tan intenso que las donaciones se vuelven abrumadoras, y finalmente se les anuncia que dejen de hacer contribuciones; ya hay más que suficiente.

En Pekudei hay un versículo bastante llamativo: “Vio Moshé toda la obra, y he aquí que la habían hecho como había prescripto Adonai; así lo hicieron. Y los bendijo a ellos Moshé.” (Éxodo 39:43).

El esfuerzo comunitario los había comprometido a todos por completo, y ese esfuerzo había generado los mayores elogios de la persona que lo dirigía, Moshé, que fue quien expresó con claridad las instrucciones detalladas y provocó y convocó al pueblo tanto para la inversión emocional, como material requerida para que este enorme emprendimiento llegara a buen término.

Y claro, esta bendición de Moshé debe haber sido una gran validación de todo lo que habían hecho, después del inmenso error el (becerro de oro) que llevó al líder a despedazar las Tablas de la Ley, con las que bajaba del Sinaí.

En esta Parashá Moshé reconoce la devoción del Pueblo con su propia bendición personal; un conmovedor momento de gratitud.

Finalizando el libro de Shmot, aparentemente después de muchas luchas y divisiones, los hijos de Israel están unidos y en paz.

Estamos en las semanas anteriores a Pesaj.  El de hoy es Shabat Hajodesh, el Shabat que precede a Rosh Jodesh Nisan.

Y en medio de tanta conmoción, en los espacios que habitamos en el mundo, las conversaciones sobre las máscaras de Purim van dando paso a la planificación de los Sedarim.

La gran tarea de tomar en cuenta todos los detalles para la celebración está comenzando, y cuando alrededor de nuestra mesa tenemos un conjunto variopinto de seres queridos y familiares, tenemos que tomar en cuenta todos los pormenores para satisfacer todas las costumbres, todos los enfoques, honrando la libertad y respetando la libertad de ser y de hacer de cada uno de los nuestros.

 ¿Qué tiene que ver hoy,  para mí, la relación entre la construcción y la dedicación que exigió el  Tabernáculo, el hecho de  comenzar a pensar en la preparación del Séder y estos tiempos agitados que estamos viviendo?

Tomo una frase de Abraham J.  Heschel para introducir mis respuestas:

“En el alma del hombre hay ocultas más maravillas que las que podemos imaginar. Si está inspirado, actuará. Si se lo convoca, responderá”

Por eso mi reflexión en este tiempo alterado que estamos atravesando es:

 Primero, que algo que se presenta difícil y complicado no siempre es menos deseable, sino a veces más, y estamos convocados a realizar todos los esfuerzos posibles para lograrlo, entre todos, como la cena del Seder de Pesaj.

Y, en segundo lugar, quizás el que considero más crucial en este momento, es que de las luchas y las contiendas que parecen insuperables, cuando ponemos LEV, corazón, pueden surgir  resoluciones sorprendente, que nos den paz, tranquilidad y libertad a todos, aunque el costo de llegar a ellas sea grande.

¡SHABAT SHALOM UMBORAJ!

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